Cómo puedes detener el calentamiento global

La sanación de planeta comienza en las marquesinas, cocinas y comedores particulares.

A Black man is applying a role of weather tape to an exterior door of a home.
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Aumento del nivel del mar. Tormentas furiosas. Calor abrasador. Incendios feroces. Sequía severa. Inundaciones devastadoras. Los efectos del cambio climático ya están amenazando nuestra salud, nuestras comunidades, nuestra economía, nuestra seguridad y el futuro de nuestros hijos.

¿Qué puedes hacer? Resulta que mucho. Los estadounidenses, en promedio, producen 21 toneladas de carbono al año, unas cuatro veces más que el promedio mundial. Por supuesto, la acción personal no sustituye a las significativas políticas gubernamentales. Debemos seguir limitando la contaminación por carbono y activamente abandonar los combustibles fósiles sucios en favor de una energía más limpia.

Pero es importante recordar las contribuciones igualmente vitales que pueden hacer los ciudadanos particulares, es decir, tu. “El cambio sólo se produce cuando las personas actúan”, afirma Aliya Haq, defensora de la energía limpia. “No hay otra manera, si no empieza por las personas”.

He aquí una docena de maneras fáciles y eficaces en las que cada uno de nosotros puede marcar la diferencia.

1. ¡Di lo que piensas!

¿Cuál es la mejor manera de influir en el cambio climático mundial? “Habla con tus amigos y familiares, y asegúrate de que tus representantes toman buenas decisiones”, dice Haq. Al expresar tus preocupaciones — a través de las redes sociales o, mejor aún, directamente a tus funcionarios electos — envías el mensaje de que te preocupa el calentamiento del planeta. Anima al Congreso a promulgar nuevas leyes que limiten las emisiones de carbono y obliguen a los contaminadores a pagar por las emisiones que producen. “La razón principal por la que los funcionarios electos hacen algo difícil es porque sus electores se lo exigen”, afirma Haq. Puedes ayudar a proteger los terrenos públicos, detener las perforaciones en alta mar y mucho más aquí.

2. Abastece tu casa con energía renovable.

Elige una compañía eléctrica que genere al menos la mitad de su energía a partir de energía eólica o solar y que haya sido certificada por Green-e Energy, una organización que evalúa las opciones de energía renovable. Si eso no es posible para ti, echa un vistazo a tu factura de la luz; muchas empresas de servicios públicos enumeran ahora otras formas de apoyar las fuentes renovables en sus facturas mensuales y en sus páginas de internet.

3. Climatizar, climatizar, climatizar.

“La calefacción y el enfriamiento de los edificios están entre los mayores consumidores de energía”, dice Haq. De hecho, la calefacción y el aire acondicionado representan casi la mitad del consumo energético doméstico. Puedes hacer que tu espacio sea más eficiente desde el punto de vista energético al sellar las corrientes de aire y asegurándote de que está bien aislado. También puedes solicitar créditos fiscales federales para muchas mejoras de eficiencia energética en el hogar. Para ayudarte a saber por dónde empezar, también puedes solicitar una auditoría energética, que algunas empresas de servicios públicos ofrecen gratuitamente. (También puedes contratar a un profesional para que acuda a tu casa y realice una; la Ley de Reducción de la Inflación ofrece un crédito fiscal parcial por ello). La Home Energy Yardstick de la EPA te ofrece una evaluación sencilla del consumo anual de energía de tu casa en comparación con hogares similares.

4. Invierte en electrodomésticos de bajo consumo.

Desde que se implantaron por primera vez a nivel nacional en 1987, las normas de eficiencia para docenas de electrodomésticos y productos han evitado que 2.300 mil millones de toneladas de dióxido de carbono entren en el aire. Esa cantidad equivale aproximadamente a la contaminación anual por carbono emitida por casi 440 millones de coches. “La eficiencia energética es la forma más barata de reducir las emisiones”, dice Haq. Cuando compres refrigeradores, lavadoras, calentadores de agua con bomba de calor y otros electrodomésticos, busca la etiqueta Energy Star. Te indicará cuáles son los más eficientes. (También puede haber reembolsos por la compra de productos con certificación Energy Star).

Y cuando estés listo para cambiar tus aparatos viejos, no los tires sin más a la acera: reciclar un refrigerador viejo a través del Programa de Eliminación Responsable de Electrodomésticos de la EPA puede evitar 10.000 libras adicionales de contaminación por carbono, ya que los contaminantes del calentamiento global presentes en los refrigeradores y la espuma se capturarían adecuadamente en lugar de expulsarse al aire.

5. Reduce el desperdicio de agua.

Ahorrar agua también reduce la contaminación por carbono. Ya que se necesita mucha energía para bombear, calentar y tratar el agua. Así que toma duchas más cortas, cierra el grifo mientras te cepillas los dientes y utiliza aparatos y accesorios con la etiqueta WaterSense. La EPA calcula que si sólo uno de cada 100 hogares estadounidenses se equipara con accesorios eficientes en el consumo de agua, se ahorrarían unos 100 millones de kilovatios-hora de electricidad al año, lo que evitaría 80.000 toneladas de contaminación causante del calentamiento global.

6. Consume la comida que compras—y composta lo que no puedes.

Aproximadamente el 10 por ciento de la energía utilizada en los EE.UU. se destina al cultivo, procesamiento, envasado y envío de alimentos—de los que cerca del 40 por ciento acaban en el vertedero. “Si desperdicias menos comida, es probable que estés reduciendo el consumo de energía”, dice Haq. En cuanto a los restos de comida que no puedas comer o las sobras que no puedas aprovechar, recógelos en un cubo de compostaje en lugar de enviarlos al vertedero, donde liberan metano. Reciclar los alimentos y otros residuos orgánicos para convertirlos en compost aporta una serie de beneficios ambientales, como mejorar la salud del suelo, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, reciclar nutrientes y mitigar el impacto de las sequías.

7. Compra bombillas de bajo consumo.

Las bombillas LED consumen una sexta parte de energía para emitir la misma cantidad de luz que las incandescentes convencionales y duran al menos 10 veces más. A la larga, también son más baratas: una bombilla LED de 10 vatios que sustituya a una bombilla tradicional de 60 vatios te ahorrará 125 dólares a lo largo de su vida útil. Y como en un hogar estadounidense promedio hay entre 40 y 50 bombillas, se trata de un cambio sencillo que reportará grandes beneficios. Si todos los hogares de los Estados Unidos sustituyeran una sola bombilla incandescente por una LED con la etiqueta Energy Star, evitaríamos siete mil millones de libras de contaminación por carbono al año. Eso equivale a las emisiones de unos 648.000 automóviles.

8. Desconecta los enchufes.

En conjunto, es probable que los enchufes de tu casa alimenten unos 65 aparatos — una carga promedio para un hogar en los Estados Unidos. Los aparatos de audio y vídeo, las aspiradoras inalámbricas, las herramientas eléctricas y otros aparatos electrónicos consumen energía incluso cuando no se están cargando. Esta “carga en reposo” de todos los hogares estadounidenses equivale a la producción de 50 grandes centrales eléctricas del país. Así que no dejes aparatos completamente cargados enchufados en el tomacorriente de tu casa, desenchufa los aparatos que no uses casi nunca o conéctalos a regletas y temporizadores, y ajusta tus computadoras y monitores para que se apaguen automáticamente en el modo de menor consumo cuando no estén en uso.

9. Conduce un vehículo de bajo consumo.

Los automóviles que consumen menos, como los híbridos y los totalmente eléctricos, ahorran combustible y dinero. Y una vez que todos los coches y camiones ligeros cumplan las normas de vehículos limpios de 2025, lo que significa un promedio de 54,5 millas por galón, serán fundamentales. Y con razón: en comparación con una flota nacional de vehículos que promediaba sólo 28,3 millas por galón en 2011, los estadounidenses gastarán 80 mil millones de dólares menos en la bomba de gasolina cada año y reducirán a la mitad las emisiones de sus automóviles. Antes de comprar un nuevo juego de neumáticos, compare aquí el rendimiento de ahorro de combustible.

10. Manten tu vehículo.

Si todos los estadounidenses mantuvieran los neumáticos correctamente inflados, podríamos ahorrar 1.2 mil millones de galones de gasolina al año. Una simple revisión puede aumentar el consumo entre un 4 y un 40 por ciento y un filtro de aire nuevo puede aumentar el consumo un 10 por ciento. Además, retira del techo los accesorios innecesarios. Los portaequipajes y los contenedores de almacenamiento tipo almeja pueden reducir la eficiencia del combustible hasta en un 5 por ciento.

11. Reconsidera los aviones, trenes y automóviles.

Elegir vivir en ciudades y pueblos de crecimiento inteligente y transitables, con transporte público de calidad, permite conducir menos, gastar menos dinero en combustible y contaminar menos el aire. Volar con menos frecuencia también puede suponer una gran diferencia. “El transporte aéreo es una de las principales fuentes de contaminación climática”, dice Haq. “Si puedes coger un tren en su lugar, hazlo”. Si tienes que volar, considera la posibilidad de comprar compensaciones de carbono para contrarrestar la fuerte contaminación de carbono asociada a los vuelos. Pero no todas las empresas de compensación de carbono son iguales. Haz tu tarea para encontrar el mejor proveedor.

12. Reduce, reutiliza y recicla.

En los Estados Unidos, una persona promedio genera 1,5 kilos de basura al día. Afortunadamente, no todos los objetos que desechamos acaban en los vertederos; reciclamos o compostamos más de un tercio de nuestra basura. En 2014, esto ahorró emisiones de carbono equivalentes a la producción anual de 38 millones de automóviles. Pero podríamos hacer mucho más. “Reducir debería ser siempre la prioridad número uno”, dice Darby Hoover, especialista principal en recursos del NRDC. Y para beneficiarse de las ventajas ambientales de los productos “reciclables”, debes reciclar según las normas de tu municipio, ya que los sistemas varían mucho de un lugar a otro. Busca en la página web del departamento de saneamiento de tu municipio (o equivalente) para saber exactamente qué puedes depositar en el contenedor de reciclaje, ya que los condados y las ciudades a menudo difieren en lo que aceptan.


Este artículo se publicó originalmente el 20 de abril de 2022 y se ha actualizado con nueva información y enlaces.


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