Les comparto este artículo de El Diario la Prensa de NY escrito por un verdadero líder en proteger nuestra salud, el senador Robert Menendez.
Algunos en el Congreso están trabajando para socavar el "Proyecto de Ley para un Aire Limpio" a cota de la salud de nuestros niños. No podemos dejar que logren su objetivo.
Samaad Bethea sufrió de ataques de asma paralizantes cuando vivía en Elizabeth, NJ. En muchas ocasiones sufrió de fallos respiratorios y tuvo que ser internado en cuidado intensivo a pesar de tener acceso a medicamentos necesarios para tratar su condición.
La vida de Christian Aquino en Camden N.J. –cerca de aguas residuales, plantas para el manejo de desperdicios– es una historia médica de horror de asma severa. Su familia no puede con el costo de mudarse, pero cuando se van de vacaciones a Cape May County, los ataques de asma de Christian desaparecen y no necesita de sus medicamentos.
Estos dos niños son parte de una triste realidad nacional. Demasiados niños y sus familias tienen que vivir con la pesadilla de sufrir de asma severa causada por contaminación en el aire. Viven rodeados de inhaladores, esteroides y visitando las salas de emergencia, quedándose dentro de sus casas y evitando el practicar deportes.
Los problemas de salud que padecen estos niños son un recordatorio del peligro que la contaminación del aire representa para todos los americanos. La realidad es que la contaminación resulta en muerte para miles de Americanos cada año, causa ataques de asma a miles, y representa billones en costos de salud.
Esto es una crisis de salud pública que los miembros del Congreso deberían estar haciendo todo lo posible para combatir. Pero parecen estar más interesados en proteger a los que contaminan que en apoyar los esfuerzos del Proyecto de Ley de Aire Limpio para limpiar de contaminantes como mercurio, hollín, y dióxido de carbono.
Algunos piensan que la calidad de nuestros aires no es importante. Hace 40 años, el Congreso aprobó el Proyecto de Ley para un Aire Limpio, y como resultado, podemos respirar un aire más limpio hoy día. Pero queda mucho por hacer. El mercurio, hollín, y azufre que emanan nuestras plantas de energía y otras fábricas entran en nuestros cuerpos y contribuyen al calentamiento global, causando más smog y hondas de calor que pueden matar a envejecientes y otras poblaciones vulnerables.
A pesar de esta realidad, muchos de mis colegas en este nuevo Congreso quieren prevenir que el gobierno implemente el proyecto de ley para un Aire Limpio y permitir a los que contaminan el ensuciar sin freno alguno nuestra atmósfera. Dicen estar más preocupados por la creación de empleos, pero la contaminación cuesta vidas, baja la productividad, y forza a los trabajadores a quedarse en casa por razones de salud.
Durante el transcurso de los próximos meses, los líderes de nuestro país tendrán que elegir entre doblar la voluntad de los grandes contaminantes o defender el bienestar de niños como Saamad y Christian. En mi opinión, no debe haber que hacer una elección. Cuando se trata de proteger las vidas y salud de nuestros ciudadanos, no deber haber compromiso alguno.