La contaminación del aire exterior es oficialmente vinculada al cáncer: lo que esto significa para América Latina y México

Expertos de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), el brazo de investigación del cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), clasificaron oficialmente ayer la contaminación del aire exterior como "cancerígeno para los seres humanos." La IARC nombra contaminación del aire exterior como una de las principales causas ambientales de muerte por cáncer, vinculada específicamente con el cáncer de pulmón y el cáncer de vejiga. Los expertos también identificaron por separado el material particulado, una gran parte de la contaminación del aire exterior, como un carcinógeno. Esto después que un anuncio similar del año pasado confirmara que el escape del motor diésel se encuentra en la misma categoría. Los datos más recientes demuestran que 223,000 personas murieron de cáncer de pulmón a causa de la contaminación atmosférica causada en 2010.

Esto es una noticia particularmente preocupante para los países con altos niveles de contaminación del aire, con regulaciones de emisiones débiles o sin regulaciones y con poco monitoreo de la calidad del aire. Desafortunadamente, este es el caso de muchos países de América Latina. Un estudio publicado a principios de este año por el Instituto del Aire Limpio encontró que, desde Argentina hasta México, los contaminantes del aire han alcanzado niveles peligrosos y pocos países tienen la capacidad de realizar un seguimiento de forma fiable la calidad del aire. El estudio también concluyó que, de los 16 países de la región que miden el material particulado (PM10 o partículas de tamaño menor de 10 microgramos por metro cúbico), todos superaron el nivel recomendado por la OMS. De los 11 países de medición del material particulado fino (PM2.5 o partículas de tamaño menor de 2,5 microgramos por metro cúbico), 10 superaron el nivel recomendado por la OMS.

Esto significa que más de 100 millones de personas en América Latina respiran aire contaminado. Y eso, a su vez, significa que más de 100 millones de personas en América Latina están en riesgo de desarrollar cáncer de pulmón.

La buena noticia es que los países de América Latina pueden minimizar estos riesgos y evitar muchas de estas muertes innecesarias. La IARC encontró que una fuente importante de la contaminación del aire exterior y, por lo tanto, también del material particulado, es el transporte. Con la aprobación e implementación de normas sobre de la calidad de combustibles y emisiones de vehículos, se puede mejorar significativamente la calidad del aire que decenas de millones de personas en toda la región respiran.

Algunos países ya han aprobado este tipo de normas, al beneficio de la salud de sus ciudadanos, así como el medio ambiente, incluyendo los EE. UU., Chile, Colombia y los miembros de la Unión Europea, entre muchos otros. La experiencia en los EE. UU. también muestra que estas regulaciones son extremadamente costo-efectivas, y que cada dólar invertido se podría ahorrar entre $16 y $40 en beneficios para la salud.

El próximo país en el hemisferio occidental para promulgar la calidad del combustible y las normas sobre emisiones de vehículos podría—y debería—ser México. La OMS atribuye 14,700 muertes a la contaminación del aire exterior en el país en 2010. El gobierno mexicano ha estado trabajando en estos estándares durante años (el primer blog escrito por mi colega Rich Kassel sobre el tema fue en 2007), pero ha sido incapaz de aprobarlos y ponerlos en práctica con éxito por varias razones. De hecho, en México ya se aprobó una regla en 2006 que requiere que los combustibles de diésel sean más limpios, pero, es necesario actualizar e implementar tal regla.

Afortunadamente, hay esperanza. El país tiene uno de los mejores sistemas de monitoreo de calidad del aire en América Latina, y los resultados están disponibles en el internet en tiempo real. El gobierno de Peña-Nieto aprobó una norma en junio que regula la eficiencia de combustible de automóviles y camiones ligeros hasta 2016. Los próximos hitos en la lista deben incluir una nueva regulación de la calidad de combustible y un reglamento de emisiones para los vehículos pesados.

Si el gobierno es capaz de pasar bien las normas nuevas y ponerlas en práctica, daría lugar a una situación ganar- ganar para todos. Estas reglas harían los vehículos de México más limpios y eficientes, al mismo nivel con los mejores coches y camiones del mundo. Ellos ayudarán a México a cumplir con sus compromisos climáticos y de emisiones. Ellos también—significativamente—ayudarán a prevenir muertes innecesarias, lo que podría ahorrar al gobierno y a los ciudadanos dinero en costos de atención de salud.

La nueva noticia de IARC que clasifica a la contaminación del aire exterior y el material particulado como carcinógenos que causan cáncer, encima de los gases de escape de motores diésel, hace que tomar medidas pasando buenas regulaciones sobre la calidad de combustibles y de emisiones de vehículos se conviertan en prioridades importantes y urgentes para los países de América Latina, comenzando por México. Esta solución simple y ya probada podría proteger a millones de personas de estar en riesgo de padecer de cáncer de pulmón.