HidroAysén, la empresa que propone la construcción de cinco represas hidroeléctricas en dos de los ríos más prístinos de la Patagonia chilena, han hecho pública la ruta de la línea de transmisión después de años de especulación. Aunque haya muy poca información nueva en camino, este estrecho país ofrece muchas opciones, el mapa de la línea ilustra los numerosos desafíos geográficos, técnicos y humanos relacionados a la línea. También se ofrece una demostración visual demostrando que el esquema de HidroAysén no es ni la única ni la mejor opción para la seguridad energética del país en el futuro.
Esta ruta debería haber sido anunciada en agosto de 2008, cuando la compañía presentó su evaluación de impacto ambiental de las represas. Sin embargo, HidroAysén logró fragmentar los dos componentes en dos estudios independientes, haciendo su aprobación más fácil de lo que habría sido si se hubieran presentado juntos. Las normas internacionales exigen que los proyectos de alto impacto (por ejemplo, grandes represas) sean evaluados como un proyecto junto a sus elementos auxiliares (líneas de transmisión). Las revisiones en el 2010 de la Ley del Medio Ambiente de Chile (Ley 20.417) también se han hecho obligatorias estas leyes, pero para entonces ya era demasiado tarde para aplicarlas a la evaluación de la propuesta de HidroAysén.
Así que, después del proceso de la revisión de tres años de las represas que fue técnicamente deficiente y lleno de irregularidades de procedimiento y resultó en una aprobación muy polémica el pasado mes de mayo, aún está siendo impugnada ante el Tribunal Supremo por el Consejo para la Defensa de la Patagonia y otros, HidroAysén está tratando de suavizar el camino para la aprobación de la línea de transmisión de alto voltaje. Al hacer público el recorrido ahora, tres meses antes de cuando se tiene previsto presentar la evaluación completa de impacto ambiental de la línea, la empresa puede hablar abiertamente con las comunidades afectadas con la esperanza de minimizar la oposición popular a la evaluación completa.
Ya que la línea de transmisión se va a ver en el centro del debate público y la evaluación del gobierno durante muchos meses, es importante señalar los hechos:
- Esta línea de transmisión sería de 1.912 kilómetros (1.188 millas) de largo en total. De contexto, es más larga que la distancia de Seattle (WA) a Los Ángeles (CA), Nueva Orleans (LA) a Albuquerque (NM), París (Francia) a Belgrado (Serbia), y Hamburgo (Alemania) a Nápoles (Italia). Sería una de las líneas de transmisión más largas del mundo. La primera sección de la línea sería acerca de 660 kms (410 millas), entre el pueblo de Cochrane en Patagonia a la ciudad de Puerto Montt.
- La línea de transmisión cruzaría siete de las quince regiones de Chile, incluyendo parques nacionales, áreas protegidas privadas, sitios prioritarios de conservación, humedales y comunidades indígenas. Atravesaría montañas, cercaría volcanes y cruzaría las líneas en las de falla en el área de actividad sísmica de Chile.
- 160 kilómetros (99,4 millas) de la línea iría bajo el agua, a partir del Río Yelcho y terminaría en Puerto Montt, donde se uniría con la red eléctrica principal, llamada Sistema Interconectado Central (SIC). De esta manera, se evita la ruta del volcán Chaitén y el Parque Pumalín - una reserva natural, cuyo propietario se opone firmemente a las represas.
- Un carril de 70 metros (76,5 yardas) de ancho de servicio se reduciría por debajo de la línea, lo que podría fragmentar el crítico hábitat de especies endémicas, y que requerirían mantenimiento constante. La empresa tendrá que demoler alrededor de 101 hectáreas (250 acres) de bosques y “podar” alrededor de 607 hectáreas (1.500 acres) más durante la construcción de la línea.
- La línea requeriría acerca de 3000 torres en total, con 1.500 - 1.700 torres para esos 660 kms, cada una con alrededor de 50 metros (164 pies) de altura. La compañía trató de trazar muchas de ellas detrás de montañas o en zonas donde no se serian visibles, pero los pobladores que viven en comunidades cercanas sin duda las verían.
- HidroAysén debe consultar con los aproximadamente 800 propietarios individuales para completar la primera fase de su plan.
- La línea de transmisión tendrá un costo de casi 3,8 - 4 mil millones dólares. El precio más recientemente declarado de las represas es de $ 3.200 millones de dólares, haciendo un total de $ 7 – 7.200 millones por todo el proyecto. Sin embargo, el director financiero de Endesa, una de las empresas matrices de HidroAysén, anunció en mayo que el proyecto costaría $10 mil millones. Cuando las represas fueron presentadas por primera vez para su revisión, el total estimado fue de $4 mil millones. Así que no sólo el precio ha aumentado de manera considerable, pero la propia empresa cotiza números diferentes.
Tanto la línea de transmisión y su presentación por parte de la compañía generó críticas inmediatamente. Los socios de NRDC en el Consejo para la Defensa de la Patagonia, varios miembros del Parlamento, músicos, ONGs y los ciudadanos se han pronunciado en contra de este último acontecimiento en lo que se ha convertido en la mayor campaña ambiental en la historia de Chile. Todos sus argumentos se basan en el mismo fundamento: Chile no necesita a HidroAysén para un futuro energético seguro. El país cuenta con mejores opciones costos competitivos y sostenibles, y sería una bparent_urla el invertir tanto dinero, dañar a la naturaleza virgen y afectar la vida de tantas personas simplemente para el beneficio de las empresas chilenas y europeas.