La Organización Mundial de la Salud vincula la carne roja con el cáncer - a comer menos y mejor se ha dicho

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Les comparto este blog del Dr. David Wallinga:

El conocido amor de los habitantes de EE.UU. por la carne ha tenido efectos súper grandes sobre el ambiente, desde el uso intensivo del agua hasta una huella de carbono enorme, además de los estragos a nuestra salud nutricional.

Ahora nos enteramos de que estos estragos se expanden también a nuestra salud. Comer carnes procesadas como el tocino y las salchichas causa cáncer del colon mientras que comer carne roja (que incluye la carne de res y ternero, puerco, cabra y cordero) probablemente es carcinógeno para los humanos. Esta es la conclusión de la acreditada Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual clasifica la carne roja como carcinógeno del grupo 2a. La investigación completa fue publicada en la revista científica Lancet Oncology.

La carne procesada fue clasificada en el grupo 1, cancerígeno para los humanos, la designación más alta posible, en par con el tabaco y el asbesto. Las clasificaciones describen la fuerza de la evidencia científica, no la potencia de los carcinógenos. El análisis de la OMS estima que por cada 50 gramos de carne procesada que ingerimos a diario, el riesgo de cáncer colorrectal aumenta por alrededor de un 18 por ciento.

La clasificación a grupo 2a significa que existe evidencia potente derivada de estudios en animales para marcar a la carne roja como causante de cáncer, combinada con evidencia limitada de estudios en humanos que demuestra que el consumo de carne roja puede ser asociada con certeza con el desarrollo de cáncer en el colon o el recto. También hay estudios que vinculan el consumo de carne roja con el cáncer de la próstata y el páncreas. Los canceres del colon y recto son la segunda causa más frecuente de muertes de cáncer en hombres y mujeres, la cifra del 2015 se anticipa cobre la vida de casi 50.000 personas.

Estas dos clasificaciones de la OMS son las más altas para el cáncer. El riesgo aumenta con la cantidad de carne que se consume. Por lo tanto es una buena recomendación médica aconsejar al público que coma menos carne roja y, en especial, menos carne procesada. Las recomendaciones de la OMS también incluyen una dieta alta en granos enteros y vegetales, además de limitar el consumo de carnes rojas y procesadas, debido a que existe evidencia que la fibra dietética protege contra el cáncer.

Por suerte, el dictamen de la OMS llega en el momento de una creciente tendencia por comer menos y mejor carne en EE.UU. El consumo de carne en el país ha bajado por un 25 por ciento desde mediados de la década de 1970. Pero los estadounidenses en promedio aun comen alrededor de 1.9 libras de carne a la semana, lo que casi es el doble de los no más de 500 gramos (1,1 libras) de carne roja cocinada a la semana recomendada por la Unión Europea.

Sin embargo, como lo indica la historia, los grandes productores de carne de seguro pelearan la nueva clasificación de la IARC. Es probable que intenten levantar dudas sobre las opiniones bien consideradas de los expertos de nutrición y salud.

Menos mal que la industria es amplia y existen opciones para que cuando el público decida comer carne, pueda elegir mejor. Una porción creciente de la carne roja que se consume hoy en día se produce en granjas bien cuidadas donde los animales son criados en buenas condiciones y sin o con una porción reducida de hormonas y antibióticos.

La manera en como la carne se produce es un problema de salud importante, tanto para los animales como para el consumidor. Los anuncios recientes de compañías y restaurantes, incluyendo a Subway, hacen hincapié sobre lo que la CDC, NRDC y otros han mantenido desde hace tiempo, que darles antibióticos que se utilizan en humanos a animales sanos crea un problema de bacterias que se vuelven resistentes, las superbacterias. Ese es un problema que no podemos ignorar o tolerar.

Compañías como Panera y Chipotle muestran que un enfoque en la compra de mejor carne puede beneficiar no solo la salud pública pero también los negocios. Mientras que la venta de carne convencional se mantiene nivelada, la venta de carne producida de manera más saludable y sostenible ha subido.

El hecho de que producir productos derivados de la carne requiere un uso intensivo de recursos significa que comer menos carne y carne producida de manera sostenible puede reducir los impactos de esta producción sobre nuestra tierra, agua, agua y clima.

En resumen: come menos y mejor carne. Comer menos carne y carne producida de manera sostenible es mejor para ti y para el planeta. Ahora que se acerca el día de Acción de Gracias en EE.UU., ese es un cambio por el que todos podemos dar gracias.

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