Recuerdo como hace tres años NRDC trabajó arduamente para que la propuesta AB 32, fuera afirmada como ley. En ese momento entendí que esta ley ayudaría a enfrentar la crisis del calentamiento global. Desde entonces lo que hemos visto es que la ley AB 32 también puede ayudar a California a enfrentar otra crisis: el colapso económico.
En vista de los problemas presupuestales de California, la economía del estado necesita un empuje, un modelo de inversión que fortalezca el valor real de la infraestructura económica.
Basta con mirar los números; los empleos verdes están creciendo 2,5 veces más rápido que los puestos de trabajo tradicionales. La política económica de energía limpia de California ha atraído más de $6,5 mil millones en capital de riesgo en los últimos tres años. La aplicación total de esta ley expandirá dramáticamente estas cifras.
Algunos de los mismos grupos cabilderos que se oponen a la ley AB 32, reclaman ahora que California no puede permitirse el lujo de avanzar en el futuro energético, o que debe renunciar a su papel nacional de liderazgo innovador. Lo que estos grupos están realmente diciendo es No a los nuevos empleos y oportunidades para los californianos.
1. La ley AB 32 creará empleos en California
Entre 1998 y 2007, los empleos de energía limpia o verdes, una mezcla de empleos de cuello blanco y azul que abarcan desde científicos e ingenieros hasta electricistas, maquinistas y profesores, crecieron un 9,1 por ciento a nivel nacional, mientras que los empleos tradicionales sólo crecieron en un 3,7 por ciento. California fue el hogar del mayor número de estos empleos.
Pero las oportunidades de trabajo no se detienen en el sector de la energía. Durante los últimos 35 años, las medidas de eficiencia energética han permitido a los hogares de California reorientar sus gastos hacia otros bienes y servicios, creando alrededor de 1,5 millones de empleos de tiempo completo con un total de $45 mil millones.
Por cada nuevo puesto de trabajo perdido en California en el área del petróleo, gas, y energía eléctrica entre 1972 y 2006, se han creado más de 50 nuevos empleos en la diversa economía del estado, como resultado de la eficiencia energética.
2. La ley AB 32 ahorrará dinero en energía
Los opositores alegan que la ley AB 32 aumentará los precios de la energía, pero sus afirmaciones no tienen fundamento pues no tienen en cuenta el enorme ahorro económico de la eficiencia energética.
Cualquiera que haya sido propietario de un automóvil eficiente, de un aparato de Energy Star o que haya instalado una bombilla CFL, sabe que la eficiencia energética ahorra dinero. El Programa de "Cash for Clunkers" es un buen ejemplo de cómo las personas hacen elecciones inteligentes de energía dado los incentivos adecuados. Los nuevos automóviles eficientes que los consumidores están eligiendo ahorrarán un promedio de $1,000 dólares por año.
Los californianos ya han cosechado los beneficios de la eficiencia. Los estándares del estado de California para los electrodomésticos y la construcción le han ahorrado al estado más de $56 mil millones desde la década de 1970, que es el equivalente de $1,000 por hogar. Los californianos utilizan menos electricidad per cápita que el resto del país.
La ley AB 32 y sus políticas de mayor eficiencia producirán un gran ahorro de energía de las que se espera California ahorrara $20 mil millones anuales para el año 2020.
Recuerda, que apoyarte en los combustibles sucios es costoso. El precio de conducir una milla en los EE. UU. casi se duplicó entre 2002 y 2007, un fuerte salto en un período de seis años, desde 1960. El año pasado alrededor de un 5,7 por ciento del gasto en los hogares de EE. UU. se fue en la compra de gasolina.
3. La ley AB 32 traerá más inversión privada a California
En la actual crisis económica, las empresas están teniendo dificultades para obtener financiación, pero AB 32 impulsará la inversión en la energía de California relacionadas con la investigación y el desarrollo. Se enviará una clara señal de que la demanda de soluciones de energía limpia tomará auge en California y que las inversiones en estos sectores se verán recompensada.
Solamente en el segundo trimestre de 2008, las empresas con sede en California recibieron aproximadamente un 40 por ciento de las inversiones en tecnologías limpias, con una cifra récord de $794 millones en 21 inversiones.
4. La ley AB 32 cuenta con el apoyo de grandes y pequeñas empresas
Muchas empresas de California ven oportunidad en la aplicación de la ley. No es de extrañar, teniendo en cuenta que el Consejo de los Recursos del Aire de California (California Air Resources Board), el organismo responsable de la ejecución de la AB 32, encontró que esta ley producirá un aumento de la producción económica de $27 mil millones, un aumento general del SGP de $4 mil millones, y un aumento global del ingreso personal de $14 mil millones.
Esto incluye las grandes empresas, el sector publico, los fabricantes, los capitalistas de riesgo y las pequeñas empresas. De hecho Pequeñas y Medianas Empresas de California, una organización no partidista, a nivel local, que da apoyo a las pequeñas empresas la cual ha empujado duro para la aprobación de la ley AB 32. Como su presidente Scott Hauge dijo a la Comisión del Senado sobre la Pequeña Empresa y el Espíritu Empresarial, esta ley impulsará las pequeñas empresas, ya que reducirá los costos de la energía y creara nuevas oportunidades para la innovación.
5. La ley AB 32 protegerá a California de los costos de los fenómenos meteorológicos extremos
El calentamiento de la Tierra sería devastador para la economía de California si no se supervisa. El estado es vulnerable a la intensificación de sequías, incendios forestales, inundaciones y aumento del nivel del mar, si fallamos en evitar estos fenómenos climáticos, los costos se dispararan.
Estimados combinados muestran que los californianos podrían enfrentarse a costos de $200 millones a $1,4 mil millones en daños anuales adicionales causados por el agua debido a los cambios climáticos y de $100 millones a $2,5 mil millones en danos anuales adicionales en gastos causados por los incendios, dependiendo del aumento de la temperatura.
Mientras tanto, el sector de la salud pública se enfrenta de $3,8 millones a $24 mil millones en costos anuales adicionales asociados con los impactos del cambio climático.