COP 16 en Cancún: Tres pasos críticos para asegurar progreso frente al cambio climático

Este diciembre, 194 naciones se reunirán en Cancún, México para continuar las negociaciones en los esfuerzos internacionales para enfrentar el cambio climático. Mis colegas y yo estuvimos en México la semana pasada para una serie de discusiones con oficiales del Gobierno, organizaciones no gubernamentales, representantes de empresas y miembros de diferentes medios de comunicación por lo que hemos estado reflexionando sobre Cancún.

La sesión de negociación climática (COP16 por sus siglas en inglés) debe servir tres funciones críticas para así asegurar el progreso continuo en el esfuerzo internacional en el cambio climático y para reconstruir parte de la confianza perdida durante y después de Copenhague.

Primero, en Cancún, la comunidad internacional necesita mostrar públicamente a los países y al mundo que pueden trabajar juntos para enfrentar el cambio climático. Es esencial que los países hagan algún progreso en Cancún y muestren que el sistema internacional puede funcionar. Esto es primordial, pues si se percibe como un fracaso hará más difícil crear un impulso político dentro del sistema de las Naciones Unidas y pueda liderar al público y a los países a salir del compromiso.

Segundo, Cancún necesita resolver detalles de como se llavaran a cabo actividades claves de implementación, por ejemplo: el despliegue en tecnologías de energía limpia, la reducción de la deforestación, el mejoramiento de los países en adaptarse a los impactos del cambio climático, etc. Aunque es improbable que cada aspecto de estos temas sea resuelto en Cancún, es posible lograr un progreso significativo en cada uno de ellos. La noción de “no hay trato hasta que todo esté firmado” debe mantenerse al margen en favor del restablecimiento de la confianza para así ir construyendo progresivamente el acuerdo componente por componente.

Tercero, el COP16 necesita producir un impulso y un progreso necesario para que el COP17 (en Sudáfrica) y la Cumbre de la Tierra en 2012 en Rio de Janeiro puedan finalizar con compromisos adicionales y pasos hacia la implementación.

Entonces, ¿cuáles son algunos de los pasos palpables que los países puedan acordar en Cancún para lograr estos tres objetivos?

  1. Compromisos de “acciones” y “apoyo”. La reunión en Cancún necesita crear la expectativa que ésta y futuras reuniones se enfocarán en la firme atención política y pública de las acciones que los países toman para reducir sus emisiones y que apoyo ellos ofrecen para ayudar a desplegar la energía limpia, reducir emisiones de la deforestación y adaptarse a los impactos del cambio climático.

    Acción, acción, acción. Los países responsables del más del 80% de las emisiones de todo el mundo se han comprometido en tomar acciones específicas en su respectivos países para reducir su contaminación causante del calentamiento global. Mucha de la postura política se enfoca en el público general y en los medios de comunicación y las dinámicas de las negociaciones internacionales están enfocadas en lo que “el acuerdo” (o el texto de la negociación) diga. Pero mucha menos atención está enfocada en las acciones que los países se comprometen a tomar, cuáles pasos concretos están tomando en sus respectivos países para reducir sus emisiones y cómo podrían ser asistidos en el cambio a una economía baja en carbón. La reunión necesita reafirmar la atención en los países que estén implementando acciones específicas en su respectivo país y reportar esos esfuerzos a la comunidad internacional en cada reunión subsiguiente. Al pasar el tiempo, este reporte debería hacerse más formal y estos países deberán reportar informalmente de sus acciones en Cancún. Las naciones deberían decir: “no hemos hecho nada” o “hemos tomado este u otro paso, pero necesitamos llegar más allá”. Es crítico que establezcamos expectativas inmediatas ante el mundo que está prestando atención a las acciones de estos países, no solo sus a palabras.

    Enfoque en la “Financiación de inicio del sistema "fast start”". En Copenhague, los países desarrollados se comprometieron a proveer $30 mil millones en financiamiento entre 2010 y 2012 para ayudar a países en vías de desarrollo a desplegar la energía limpia, reducir las emisiones de la deforestación y adaptarse a los impactos del cambio climático. Para demostrar buena fe es crítico que los países desarrollados muestren maneras tangibles de cómo sus promesas de un “rápido comienzo” en el financiamiento se convertiran en dinero real. Es también importante enfocarse en acciones tangibles que estén ocurriendo realmente con el dinero. Este enfoque doble estabilizará las expectativas en qué el dinero real está siendo generado y que acciones tangibles están sucediendo como resultado de este dinero. La reciente iniciativa holandesa para crear una página web donde los países reporten su contribución es un buen paso en esta dirección, como son los esfuerzos de la REDD+Partnership para crear una base de datos donde los esfuerzos de la deforestación sean reportados transparentemente.
  2. Decisiones que muestran progreso en temas claves. Es importante que los países estén de acuerdo en Cancún en llevar a cabo progresos tangibles alcanzando un acuerdo en algunos aspectos de la respuesta internacional al cambio climático. Sin resultados tangibles, los países, el público en general y políticos no se comprometerán a las negociaciones internacionales. Estos incluyen lo siguiente (mencionado aquí).

    Al resolver algunos aspectos de monitoreo, reporte, y verificación (MRV por sus siglas en inglés) y finanzas es crítico un resultado exitoso en Cancún. Si no hay algún progreso en el MRV de los países en desarrollo, los países desarrollados difícilmente estarán de acuerdo en dejar avanzar otros temas, como el REED, la adaptación y la tecnología. Al mismo tiempo, sin progreso en la parte financiera, es poco probable que los países desarrollados permitan el avance con el MRV. Estos dos temas se entrelazan en las negociaciones.

    Acciones críticas de aplicación pueden ser acordadas-Avances enel REED, tecnología, y adaptación. En Copenhague, los países estuvieron muy cerca de acordar en temas de acercamiento internacional para reducir las emisiones provenientes de la deforestación y la degradación de bosques (REED por sus siglas en inglés), despliegue de energía limpia y adaptación. Mientras hay aspectos que siguen siendo controversiales, es posible llegar a un acuerdo en Cancún en temas claves que permita una acción tangible para materializar estos temas críticos. El progreso en estos frentes es esencial para probar a los países y al público en general que la UNFCCC (por sus siglas en inglés) puede avanzar en acciones tangibles la cual haga una diferencia en los esfuerzos en enfrentar el calentamiento global.

    Los países irán a Tianjin, China el próximo mes para las siguientes negociaciones del Clima. En esta reunión, los países tendrán una opción: querrán ver algún progreso en Cancún que impulse al mundo avanzar u optarán por bloquear cualquier progreso.

    Los oficiales Mexicanos se encuentran cautelosamente optimistas pero ven un camino incierto a Cancún. Lo que si esta cierto es que el equipo mexicano es extremadamente capaz al combinar los ministerios y las personas con fuertes habilidades diplomáticas y sabiduría extensa de los temas claves. Eso me da esperanza de que ellos puedan ayudar a que los 194 países avancen hacia resultados específicos que moverán al mundo hacia un futuro de progreso. Me voy de México compartiendo el optimismo de los funcionarios mexicanos que lograremos un acuerdo.