De regreso a la escuela: protegiendo la salud de nuestros hijos de químicos tóxicos

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Mi pequeño hijo  acabó de comenzar su primer año escolar en una escuela primaria.   Los tiempos reconfortantes en su jardín preescolar,  con su informalidad, pocos estudiantes y exceso de atención de la rectora y las maestras,  ya son cosas de un lejano pasado.  Ahora, la vida me ha obligado a hacer de mama pájaro y a regañadientes sacar a mi pichón del nido.  Sin embargo la ansiedad me ataca todas las mañanas tan pronto nos separa la reja y él entra a un mundo que yo ni puedo penetrar sin un permiso especial y una prueba de tuberculosis.  Ahora estará expuesto a muchos niños, adultos y grandes espacios físicos que el tendrá que navegar por sus propios medios mientras que nosotros miramos desde afuera confiando que aprenda mucho y sufra poco. 

Sin embargo, hay maneras que nosotros, los padres, podemos proteger a nuestros hijos de peligros asociados con su asistencia a la escuela.  En particular me refiero a los químicos tóxicos que tienen contacto directo con nuestros hijos entorno a sus actividades escolares cotidianas.  Los niños entre más pequeños, más vulnerables son ante los daños que les pueden causar estos tóxicos.  Así que estas son algunas recomendaciones para las familias que están comenzando el año escolar.

Mantenimiento y limpieza de las escuelas

Esto es algo que nosotros, como padres de familia, debemos tomar muy en serio.  Por ley las escuelas no están obligadas a evitar los químicos tóxicos en los productos de aseo o mantenimiento que usan comúnmente  como removedores de manchas, pinturas, ceras para piso y antisépticos, entre muchos otros.  No es raro entrar a un aula, un baño, una cafetería  o un pasillo de una escuela y oler los gases de estos químicos.  Para algunos esto puede hacerlos pensar que la escuela está limpia.  Sin embargo, en muchos casos los químicos que usan para limpiar las escuelas de hecho ponen en peligro a nuestros hijos.  Habla con los administradores de la escuela.  Si no cambian los productos de aseo por otros que no sean tóxicos,  organiza a la asociación de padres en tu escuela para convencer al rector y si es necesario al superintendente  y al comité ejecutivo de tu distrito escolar que deben cambiar de proveedores por unos que vendan materiales sin químicos peligrosos que emitan compuestos orgánicos volátiles (VOCs), que pueden causar asma y otros problemas respiratorios, alergias de la piel, nausea, mareo, dolores de cabeza, problemas hormonales, daños prenatales, cáncer y a órganos interno como el hígado, los riñones y el sistema nervioso.

Nueva ropa & accesorios

El químico conocido como formaldehido se encuentra en todo tipo de productos de consumidor incluyendo productos infantiles como muebles, productos de higiene y ropa, entre muchos otros.   Este químico se utiliza en la fabricación de telas desarrugadas, madera prensada, pegantes, pinturas, preservativos y endurecedores, muchas de las cuales pueblan las aulas escolares.  Desafortunadamente, el formaldehido también es un carcinógeno y un desencadenante de ataques asmáticos.    Ese olor a “nuevo” que tiene la ropa, las mochilas y loncheras, entre otras cosas que nuestros hijos usualmente estrenan a principio de todos los años escolares, es una señal de los gases de químicos de fabricación, como el formaldehido, que se liberan lentamente de los materiales.  Lo más recomendable para la salud de nuestros hijos es: 1) lavar muy bien la ropa antes de ponérsela, 2) comprar materiales orgánicos, 2) dejar zapatos, mochilas y loncheras al aire libre por unos días para que se liberen los gases tóxicos y 3) vestirlos con ropa usada ya que entre más el uso menos formaldehido.

Jabones antibacterianos

En esta sociedad moderna de gran paranoia por las enfermedades contagiosas de repente empezaron a dominar el mercado de la higiene personal los jabones antibacterianos.  Curiosamente, los científicos no han encontrado mayor ventaja al uso de estos ya que al parecer no hacen más de lo que una buena enjuagada con agua y jabón regular.  Sin embargo, se teme este uso tan desenfrenado de antibacterianos  está causando un aumento en la resistencia bacteriana a los antibióticos en general.  Aun peor es el hecho que los agentes antibacterianos en estos jabones son químicos tóxicos.  El triclosan y triclocarban son los antisépticos en estos jabones pero se ha descubierto que actúan como interruptores hormonales que pueden causar problemas en el desarrollo endocrinólogo.  Así que mejor evita comprar productos que digan “antibacterial/antibacteriano” y enséñales a tus hijos a lavarse las manos bien con jabón regular.  Si la escuela de tu hijo usa estos jabones antibacterianos, habla con el rector para que cambien de productos lo más pronto posible. 

Piojos

Tarde que temprano podemos anticipar una llamada de la enfermera de la escuela donde se nos explicará que nuestro hijo tiene piojos y que debe estar en cuarentena hasta que no se vea un solo huevo (o liendres) en la cabeza.  Aparte de ser totalmente humillante para un niño pequeño el ser apartado del resto de los niños de esta forma también es un gigantesco dolor de cabeza (sin doble sentido) para toda la familia ya que la invasión de piojos puede durar semanas y afectar a más de un miembro de la familia.  Una reacción normal de los padres ante la ausencia larga a la escuela es el tratar de eliminar los piojos de la forma más rápida y efectiva con champús anti-piojos.  Desafortunadamente, hay que tener cuidado con estos remedios porque contienen pesticidas para matar los piojos.  Uno de esos ingredientes más peligrosos es el lindano.   

El lindano actúa como una neurotóxina y ha sido prohibido en California y varios países europeos.  Sin embargo todavía se encuentra en muchos productos anti-piojos así que es muy importante leer la lista de ingredientes de estos champús antes de comprarlos.  Y así el champú no tenga lindano, te debes asegurar de seguir las instrucciones al ojo de la letra.  Idealmente, quitar los piojos y liendres manualmente es la manera más segura para los niños.    Aplicar pesticidas en las cabezas de los niños en pleno tiempo de desarrollo cerebral es un gran riesgo. 

A la hora de la hora, nosotros, los padres, somos los responsables de la salud de nuestros hijos estén donde estén, así que es esencial que tengamos un dialogo muy claro con los educadores de nuestros hijos sobre los químicos tóxicos a los que son expuestos por las políticas y reglas de la escuela.  No importa donde estén nuestros hijos (aula, hogar, bus escolar), ellos se merecen una niñez saludable y sin químicos tóxicos.

Más información sobre estos y otros químicos tóxicos alrededor de nuestros hijos se puede encontrar en español (www.laondaverde.org) y en inglés (www.nrdc.org).   Te Los invito compartir con otros padres y educadores para que todos los niños estén mejor protegidos.  Además, hago un llamado para que todos los padres de familia apoyen el proyecto de ley “Seguridad de Químicos Tóxicos” (H.R.5820) bajo consideración de  la Cámara de Representantes de los EE.UU la cual tiene el propósito de prohibir estos químicos dañinos en los productos del consumidor.